"...No le dejarás otra elección y el sentido de todo caerá por su propio peso,
rompiéndose en pedazos, en piezas de puzzle. [...] Será ese preciso momento
cuando dejes de entender y empieces a sentir; cuando dejes el puzzle
sin hacer porque comprendas que es así como se hace."



martes, 4 de mayo de 2010

El poder de la casualidad.

Reconozco que me gustan los sustos que da, las situaciones incómodas en las que a menudo nos abandona, y también las oportunidades que brinda cuando menos lo esperamos . Es como encontrar cierto orden en el caos, como un atisbo de que todo esta conectado en realidad. Como si hubiera un montón de conexiones que no vemos con claridad, solo en ciertas ocasiones, cuando el sistema se avería momentáneamente y huye la casualidad. Es una fugitiva muy especial que se esconde, y cuando la encuentras puede hacerte sentir la persona mas afortunada o desafortunada del mundo en cuestión de segundos, e incluso en muchos casos cambiarte la vida. Qué poderosa es ¿no?
Pensar que cada ínfimo detalle influye en el desarrollo del próximo acontecimiento, y por lo tanto, en todos los que le prosigan, aumentando exponencialmente las posibles opciones de futuro. Es por eso que no podemos conocer el futuro ¿no? A no ser que aprendamos a manejar el presente nunca sabremos que vendrá después. Sólo podemos hablar de probabilidades y eso nos pone muy nerviosos. Nos da mucho miedo ¿verdad?

Pero volviendo al tema de lo poderosa que puede llegar a ser la casualidad, pondré un ejemplo:


  • Busca dentro de un recinto a alguien, o incluso a varias personas concretas, de entre 30.000 y no encuentras a ninguna de ellas.
  • Ahora no busques a nadie. Quédate de pie tranquilamente y de entre esas 30.000 personas puede que tengas a tu lado a la persona que menos te esperabas.

Podría haber estado a mi lado cualquier desconocido en ese momento, pero no, estaba ese conocido, el cual ni siquiera se percató de que le estaba mirando. Es curioso pensar que si no hubiera mirado a mi izquierda en ese momento ni me hubiese dado cuenta. Y también es curioso pensar que cuando hayas buscado a alguien y no lo hayas encontrado puede que haya sido porque no miraste al lado correcto en la fracción de segundo correcta. El momento y el lugar donde se encontraba escondida esa puta fugitiva, mostrándote un camino alternativo que nunca tomáste. Game over. No la atrapaste en esta partida y ya nunca sabrás lo que hubiera pasado.

Puede que le de demasiada importancia, pero me gusta. Me gusta pensar en un caos regido por un orden que nunca nadie terminará de entender.

3 comentarios:

  1. Y tanta importancia, justo la que tiene. Las casualidades justifican todo mi presente. Sin embargo, hay una manera de ver más casualidades. Cuanto más azarosa sea tu vida y menos la dirijas en un sentido , más posibilidades tendrás de encontrar vínculos extraños que te conducen de alguna manera hacia otro punto totalmente aleatorio. Aun así , creo que mejor dirigirse bien y que las casualidades solo rijan en nuestra vida a veces, y no por completo.
    Es bonito pensar que tú estás donde estás porque tú has andado hasta ahí y no porque te hayas encontrado por casualidad con una de esas bromas que nos hace la realidad. A mi me gusta saber, que el lugar en el que me encuentro me lo he ganado a pulso, y que las cosas más bonitas que tengo, llegaron de casualidad :).

    ResponderEliminar
  2. Me gusta pensar en un caos regido por un orden que nunca nadie terminará de entender.

    Genial cierre *_*

    ResponderEliminar